Una mujer residente de una remota aldea montañosa cumplió 130 años ayer, lo que la convierte en la persona más longeva del mundo, según autoridades de Georgia. Antisa Khvichava nació el 8 de julio de 1880. La mujer, que vive con su nieto de 40 años en una casita cubierta de parra en las montañas, se retiró de su empleo como recogedora de té y maíz en 1965, cuando tenía 85 años. "Siempre he sido sana y he trabajado toda mi vida, en la casa y en la granja'', dijo Khvichava, quien lucía un vestido llamativo y un pañuelo en la cabeza.
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