Murió Amalita Fortabat

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Murió Amalita Fortabat

A los 90 años, murió Amalia Lacroze de Fortabat, una de las mujeres más ricas del país y expropietaria de la empresa cementera Loma Negra
, que vendió en 2005 en u$s 1.025 millones.



Poseeía también más de 100 mil hectáreas de campo, además de diversas propiedades en Argentina y en el exterior.

Si bien hasta el momento se desconocen las causas de su muerte, el fallecimiento de la empresaria, filántropa y coleccionista de arte argentina fue confirmado por fuentes de su entorno.

Nacida en 1921, hija de un médico y una ama de casa, "Amalita" tuvo como abuelo a Federico Lacroze, quien estableció la primera línea de tranvías en Buenos Aires en 1880 y hoy se lo recuerda con la estación cabecera de la línea B de subterráneos porteños.

A los 21 años se casó con el abogado Hernán de Lafuente, con quien tuvo a su única hija: María Inés. En 1947, en Uruguay, contrajo por segunda vez matrimonio con el fundador de la empresa cementera Loma Negra, Alfredo Fortabat, 27 años mayor que ella.

Cuando su marido falleció en 1986, "Amalita" Fortabat debió hacerse cargo de la dirección de la empresa y en poco tiempo triplicó el patrimonio de Loma Negra.

Así se convirtió en la mujer más rica de Argentina, según la revista Forbes, con una fortuna calculada en u$s 1.800 millones.

En 2003 fue sometida a una delicada operación de cadera y dos años después vendió Loma Negra al grupo brasileño Camargo Corea por u$s 1.025 millones.

En una misiva, admitió que la decisión de vender "en lo personal fue difícil" pero que "desde el fallecimiento de Alfredo, un hombre de visión y talento incomparables, asumí la presidencia de Loma Negra y la hice crecer acompañando las necesidades del país".

Luego de recordar los logros de la empresa a su cargo, adelantaba: «He decidido conveniente mi retiro de la actividad como empresaria cementera. También siento que es el momento de volcar mis energías a profundizar aún más mis actividades en el campo social. En este sentido, voy a encarar proyectos e inversiones de un alto contenido comunitario para contribuir al desarrollo de nuestra sociedad, sobre todo en el ámbito de la alimentación, salud y educación especialmente de los niños».

Fue designada como embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de la Argentina durante la presidencia de Carlos Menem y ratificada en su cargo por Fernando De la Rúa. En 1999, Néstor Kirchner dispuso dar por finalizada la asignación del rango.


Su pasión por el arte


Su pasión por el arte fue una marca en su vida, que la llevó a ser presidente del Fondo Nacional de las Bellas Artes en el año 1992 (ocupó ese cargo durante más de una década, hasta su renuncia).

En su gestión otorgó 1500 préstamos, 2200 subsidios y 857 becas en distintas disciplinas. Revitalizó el sello editorial, con la publicación de más de 100 libros, financió cursos de capacitación e inventarios en diferentes organismos, y adquirió la casa de Barrio Parque que perteneció a Victoria Ocampo para actividades culturales.

El Museo Fortabat, localizado en Puerto Madero, alberga su colección de arte privada desde 2008, una de las más importantes del continente americano.

El otro costado de Amalia Fortabat fue la solidaridad que mostró a partir de su fortuna, como cuando su Fundación destinó más de u$s 30 millones anuales para obras de salud, educación, investigación, deporte y cultura.

Uno de los casos más recordados sucedió en 1999, mientras se recuperaba de una fractura de cadera y leyó un artículo sobre la trágica historia de Hyre Jasharaj, una joven albanesa de 14 años, refugiada de Kosovo, que perdió un brazo al pisar una mina.
"Cuando leí el artículo me puse a llorar", contó, Amalita se propuso encontrarla y ayudarla.

Se contactó con un programa de las Naciones Unidas y, a pesar de que donó u$s 500 mil, no pudieron ayudarla a encontrar a la niña. Finalmente, uno de sus guardaespaldas dio con ella y no sólo pagó su operación, sino que también viajó a conocerla.

Su única hija, Inés Lafuente, es la heredera forzosa de toda su fortuna, salvo un 20% facultativo que la empresaria tenía posibilidades de aplicar al destino que quisiera.
 
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