Elecciones presidenciales en Uruguay

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Una elección con garra y el plebiscito de una amnistía

Por Mercedes López San Miguel
Desde Montevideo

En el centro de la ciudad la gente paseaba por la tarde de un sábado de descanso, pero los puestos de propaganda política, que convivían pacíficamente entre los distintos partidos, recordaban que se aproximaba la elección presidencial. José “Pepe” Mujica, el ex tupamaro y candidato oficialista del Frente Amplio (FA), llegó a la contienda de hoy como favorito para ganar, seguido por el ex presidente de cuño liberal Luis Alberto Lacalle, del Partido Nacional. En un alejado tercer lugar quedó estacionado en los sondeos Pedro Bordaberry, del tradicional Partido Colorado.

Al margen de los transeúntes, en una esquina de la Plaza Independencia, un joven de rastas daba la impresión de que no tenía nada para hacer. Sí tenía ganas de opinar. “Acá todo el mundo quiere al Pepe, sea en el centro, en Pocitos o en Carrasco, porque en todos los barrios está la izquierda.” “Ya tuvimos Battle, Lacalle”, se rió por la rima Daniel De León, un empleado de 35 años. Dos hombres iban en dirección a la rambla con sus cañas de pescar. “Voto por Mujica porque me parece sincero y honesto y porque nunca estuvo mejor el trabajador”, dijo Luis Muñiz, obrero de la construcción. “Lacalle dice que va a abrir fábricas. ¡Si cerró 180! En el ’93 cerró el frigorífico Cruz del Sur, donde trabajaba mi padre.” A su lado, Juan Carlos Cardoso asintió con la cabeza y habló enfático: “El Frente hizo que el sistema de salud integrara al pobrerío, con este gobierno se mejoró la situación de las domésticas y de la policía”, dijo este metalúrgico que vive en el barrio La Teja, de donde proviene el presidente saliente, Tabaré Vázquez.

El Frente Amplio, una ecléctica coalición compuesta entre otros por el Partido Socialista, el Movimiento de Participación Popular (MPP) y Vertiente Artiguista, por primera vez en la historia uruguaya llegó al poder en 2005 de la mano del oncólogo Vázquez. Reivindicó como logros que bajara la pobreza del 30 al 20 por ciento y la indigencia de 3 al 1,5 por ciento, aunque la distribución del ingreso no tuvo el impacto esperado. Para un segundo gobierno, propuso mantener el crecimiento y aumentar la inversión hasta alcanzar un 30 por ciento del PBI. Ayer, Mujica lo reiteró en conferencia con los medios internacionales entre ellos Página/12. “En mi paisito vale la pena invertir, ésa es una preocupación central, porque si la economía no funciona, no se pueden concretar las deudas sociales.”

Su rival del Partido Nacional (Blanco), Luis Alberto Lacalle, ya anunció que bajará el gasto público y usó una expresión poco feliz al decir que si llega al poder, entrará al gobierno “con una motosierra” para cortar el gasto público. Se deduce, entonces, que ese gasto se les restará a las políticas sociales. Lacalle azuzó con el asunto de la inseguridad. Ya dijo que quiere un ministro de Interior que aplique “mano dura” a los delincuentes y buscará bajar la edad de imputabilidad de los jóvenes.

Mientras Mujica reiteraba la necesidad de que se profundice el Mercosur –”luchamos por tratar de mejorar el Mercosur, pero no vamos a renunciar a él”–, su contendiente blanco insistía desde otro punto de la ciudad con que el bloque debería ser sólo comercial. Lacalle se mostró favorable a que Uruguay firme tratados de libre comercio con otros países. Durante la gestión Vázquez, el ex ministro de Economía, Danilo Astori –hoy compañero de fórmula de Mujica– tuvo que dar marcha atrás a la firma de un TLC con Estados Unidos, luego de que se produjera un revuelo en las bases del frenteamplismo. Astori parece haber aprendido la lección. Acompañando a Mujica en la rueda de prensa, señaló que “no es concebible una estrategia de apertura sin el Mercosur”.

Según los últimos sondeos difundidos esta semana, el FA obtiene entre el 47 y el 49 por ciento de intención de votos, el Partido Nacional, entre el 30 y el 32 por ciento y el partido colorado entre el 10 y el 13 por ciento. Los indecisos se ubican entre el 7 y el 8 por ciento. Para ganar, se necesita obtener la mitad más uno de los votos.

El analista Adolfo Garcé, profesor en Ciencias Políticas de la Universidad de la República, prevé un escenario de ballottage, pero no descarta que el FA gane en primera vuelta. Eso sí, dijo a este diario que el oficialismo gana seguro, en primera o en segunda vuelta a fin de mes. “Si el Frente Amplio obtiene el 47 por ciento de los votos, la suma de los otros partidos estaría en un 41 por ciento y no lo alcanzaría en segunda vuelta. Además, con ese porcentaje el FA se asegura la mayoría parlamentaria”. Ayer Lacalle dijo que si el FA consigue la mayoría en el Congreso, él no se baja si hay segunda vuelta. En ese escenario, Pedro Bordaberry apoyará a Lacalle, mientras que el Partido Independiente fue renuente a sentar posición. Garcé no lo ve como un obstáculo. “La mitad del electorado independiente preferirá a Mujica, lo mismo que una parte de los blancos que emparienta el perfil del candidato oficialista con el del compañero de Lacalle, Jorge Larrañaga.”

Como ya lo anticipó el carismático aspirante oficialista, hay puntos de convergencia con sus rivales, en asuntos prioritarios como educación, seguridad, reforma de la gestión pública e innovación. “Esto se debe a que tanto Mujica como Lacalle intentaron captar al electorado de centro. Sin embargo, queda claro que las políticas sociales del FA fueron ambiciosas y que Lacalle tiene una matriz liberal”, concluye el profesor Garcé.

Plebiscitos

Junto a los comicios presidenciales se realizarán dos consultas. Una es por la anulación de la Ley de Caducidad, una amnistía que impide juzgar a los responsables de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura (1973-1985). La instalación de la consulta corresponde a una iniciativa de la Coordinadora Nacional por la Ley de Caducidad, que agrupa a la única central sindical, PIT-CNT, y a organizaciones sociales. En concreto, si se está a favor de la anulación, se debe colocar la boleta rosada del “Sí” y si no, no hay papeleta contraria. Según los últimos sondeos, el “Sí” sólo llega al 47 por ciento de los votos, con un 12 por ciento de indecisos –para que el plebiscito triunfe, debe contar con el 50 por ciento más uno de los votos–. El Frente Amplio apoyó la campaña por el Sí, sin embargo, durante el gobierno no apeló a su mayoría parlamentaria para derogar la norma. Página/12 le preguntó al candidato Mujica cuál será su política con los derechos humanos. “La ley de Caducidad fue acordada en 1986 (por un pacto entre blancos y colorados) y reconfirmada a través de un plebiscito en 1989. El gobierno se comprometió a respetar la voluntad del pueblo. Yo respeto la decisión de la mayoría. Vamos a votar por anularla.” Tanto Lacalle como Bordaberry se opusieron a modificar la norma.

La otra consulta es por el voto epistolar de los residentes uruguayos en el exterior. Se calcula que unos 20 mil uruguayos viajaron desde la Argentina para sufragar. Según indican los sondeos, sería el último viaje obligado.
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Luis A. Lacalle, duro de roer



Como presidente en los noventa, fue la vívida imagen del neoliberalismo y cimentó una buena relación con su par argentino, Carlos Menem. Poco después de haber dejado el cargo, Luis Alberto Lacalle (1990-1995) se vio salpicado por acusaciones de corrupción contra miembros de su gobierno que parecían marcar el final de su carrera política. Sin embargo, el político de raza de 68 años logró distanciarse de esos casos y ganó la interna del conservador Partido Nacional (Blanco) a Jorge Larrañaga para los comicios de hoy. Le gusta que lo llamen “Cuqui” y se compara con el personaje de la película Duro de matar, por ser un hueso duro de roer. “Bruce Willis, mi gran amigo. Cada vez que veo las películas digo: Vos y yo somos los que servimos para esto”, dijo el candidato blanco.

Un ex ministro de Economía –que también ocupó la presidencia del Banco Central– fue condenado junto a un asesor de Lacalle por abuso de funciones en torno de la venta de un banco a un grupo extranjero. La Justicia también procesó a otros funcionarios de su administración por irregularidades en una licitación. Las denuncias de corrupción llegaron a involucrar a la esposa del ex presidente e incluso algunos integrantes del propio PN le pidieron explicaciones a Lacalle sobre un presunto enriquecimiento ilícito del ex mandatario.

Cuando se le pregunta, Lacalle responde que su gobierno fue límpido como el agua del Río de La Plata. Para estos comicios, propone la derogación de algunos impuestos, un control del gasto más eficiente y una mejora en la seguridad pública, el tema que más han cuestionado los partidos de oposición. A tal fin, tiene pensado aumentar la cantidad de efectivos de la guardia metropolitana y bajar la edad de imputabilidad de los menores. En política exterior, es crítico del Parlamento del Mercosur, porque el bloque, según él, “debe ser estrictamente comercial”.

Nieto del último gran caudillo del partido, Luis Alberto de Herrera, comenzó muy joven su carrera política a su lado, ganó escaños de diputado y senador, para llegar a la presidencia en 1990 a los 48 años. Padre de tres hijos, uno de los cuales es actualmente diputado, al finalizar su mandato en 1995 continuó al frente de uno de los principales sectores de su partido, el herrerismo. “La vida política mía no va a cesar nunca”, dijo en una entrevista reciente con el diario El Observador.

Como hizo anteriormente, el canoso dirigente intentará volver al gobierno. En 2004 perdió las primarias del partido ante su actual candidato a vicepresidente, Jorge Larrañaga, luego derrotado en las elecciones presidenciales por el actual mandatario, el socialista Tabaré Vázquez. Asimismo, había terminado en el tercer lugar en los comicios de 1999, en una de las peores votaciones de los blancos. Hoy los sondeos le otorgan un segundo lugar en intenciones de voto y aspira a ganarle al centroizquierda en segunda vuelta.

Pedro Bordaberry, un apellido escondido



Pedro Bordaberry ha hecho campaña queriendo desmarcarse de la figura de su padre, el dictador Juan María Bordaberry, actualmente procesado por el asesinato de 14 personas. Por eso los avisos pusieron grande la palabra “Pedro” y casi imperceptible su apellido. Bordaberry hijo está en contra de la anulación de la Ley de Caducidad. “Permitió la pacificación de Uruguay. Tuvimos la mejor transición de la dictadura a la democracia”, explica a esta cronista. Aclara que no le daría un indulto a su padre. “Nunca pongo mi situación personal por sobre los temas del país.”

Vive con su familia en un barrio residencial en la frontera entre Montevideo y Canelones: en una imponente casa con piscina y jardín en el barrio Playa de Miramar.

Se presenta como la cara nueva de una formación tan vieja como Uruguay. El Partido Colorado fue fundado hace 173 años. “Yo creo que es volver a los principios y valores que hicieron grande al partido.” Y lo comparó con el otro partido tradicional, el Nacional o Blanco. “El Partido Blanco es de la pasión. El nuestro es un partido de la razón, del diálogo, del optimismo.”

Los colorados son optimistas pese a que en 2004 hicieron la peor elección de su historia y en los comicios de mañana Bordaberry está en el tercer lugar en intenciones de voto, sin chances de ser presidente. Intenta explicar por qué. “Tenemos dos ex presidentes de la república que siguen participando: Batlle y Sanguinetti. Obviamente condiciona toda la actividad. Todos esperamos saber qué hacen. Eso hace que no nos renováramos a tiempo”, admite el joven aspirante. “También nos unen con los blancos y nos desdibujamos como partido”, agregó. De hecho, ambos serían aliados naturales en caso de que Lacalle pase a segunda vuelta.

Bordaberry propone tanto Estado como sea necesario, tanto mercado como sea posible, diferenciándose de la ausencia del Estado –que proponen los blancos– y un Estado más presente –del programa del Frente Amplio–.

Como ex ministro de Industria del gobierno de Jorge Batlle, impulsó el tratado de libre comercio con México. Considera que el Mercosur está en crisis. “Los objetivos de los países son distintos. Es como un matrimonio que se lleva mal, que termina de resolver los asuntos en el juzgado, como en este caso en La Haya”, dice, en alusión al conflicto entre Argentina y Uruguay por las papeleras.

José "Pepe" Mujica, directo y campechano



“Dios es brasileño, no uruguayo”, dijo José “Pepe” Mujica y provocó risas, quien ve con admiración al presidente Lula Da Silva. Mujica, de 75 años, es sencillo, calentón, “Pepe se enoja y se le pasa rápido”, contó su mujer Lucía Topolansky. En los años ’60, ambos fueron miembros del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-T) desde donde intentaron cambiar el rumbo de su país. Eran clandestinos, eran perseguidos. Así se dio la afinidad entre ellos. “Pepe es muy sociable, yo soy mucho más antipática, nos complementamos”, dijo Lucía.

Mujica fue detenido en 1970 pero logró escapar en dos ocasiones, una de ellas fue una fuga masiva de la cárcel de Punta Carretas –hoy un shopping– a través de un túnel construido desde el penal hacia una vivienda cercana. Junto a otros ocho detenidos se convirtieron en los “rehenes de la dictadura”, sujetos a los peores vejámenes y tormentos. Los militares no los mataron, pero les anunciaron que los volverían locos. Recuperó la libertad en 1985.

A más de 20 años de ese calvario, Mujica apuesta a ganar los comicios de hoy liderando la coalición de centroizquierda Frente Amplio. En mayo, Mujica renunció a su formación, Movimiento de Participación Popular (MPP) –la más votada del FA– y pasó a ser de todos los partidos. “No creo más en blanco y en negro, creo en los tonos intermedios”, dijo hace poco al diario uruguayo El Observador.

Con un lenguaje llano, popular, poco medido, y muchas veces polémico, Mujica fue objeto de críticas incluso del presidente Tabaré Vázquez, quien calificó de “estupideces” las polémicas declaraciones del candidato respecto de los políticos argentinos que se publicaron en el libro Pepe, coloquios. Como consecuencia, Mujica limitó su contacto con la prensa y se abocó a la campaña electoral.

Según los analistas, ese mismo estilo directo y campechano lo llevó a ser el senador más votado en las elecciones del 2004. Y también fue el factor que le permitió imponerse a Astori, el candidato preferido de Vázquez, en las elecciones partidarias internas en junio de este año.

Mujica y su esposa viven en una chacra y donan parte de su sueldo a un fondo para pequeños emprendimientos familiares, al igual que el resto de los integrantes del MPP.

La vivienda, en Rincón del Cerro, un barrio rural de Montevideo, será su lugar de residencia aunque gane las elecciones, que se prevé se definan en una segunda vuelta establecida para el 29 de noviembre.

Mujica, el único de los tres candidatos a presidente que no figura en las listas para ser electo senador, ha repetido que si pierde los comicios se dedicará a cultivar su chacra, lejos de la vida política activa. “Si pierdo me voy a cortar acelga a mi chacra, a mi barrio, no voy a estar compungido ni nada por el estilo, porque estoy en una etapa de la vida que no tengo otra cosa que ofrecer”, dijo el político más popular de Uruguay.

Fuente: Página|12 Domingo 25 de Octubre de 2009
 

huscarle

Administrador
Muy buen informe Nacho. Como dice "Brindis por Pierrot" de Jaime Roos:
"Me llevo
Como un capricho burdo
La esperanza escondida en el zurdo
Que el Diablo se apiade de mí"
 

nachosx14

New member
Parece que Mujica y el Cuqui van a ballottage. No hay ningún otro uruguayo por Vgroup vo'? :D Comenten.

Ah, una cosita Juan. Te quería preguntar qué diario bueno puedo leer de Uruguay. Que tenga una línea editorial de Izquierda/progresista. Vos cuál lees?

Abrazo.
 

huscarle

Administrador
Parece que Mujica y el Cuqui van a ballottage. No hay ningún otro uruguayo por Vgroup vo'? :D Comenten.

Ah, una cosita Juan. Te quería preguntar qué diario bueno puedo leer de Uruguay. Que tenga una línea editorial de Izquierda/progresista. Vos cuál lees?

Abrazo.

Los mejores son Brecha y la revista Caras y caretas. Diario La República.

Resultados de la eleccion escrutinio primario finalizado:
Frente Amplio: 47.49%
Partido Nacional: 28.53%
Partido Colorado: 16.66%
Partido Independendiente: 2.44%
Asamblea Popular: 0.66%
En blanco/Anulados: 2.31%

Plebiscitos:
Voto Epistolar para uruguayos en el extranjero: Negativo 36.6 %
Anulacion Ley de Caducidad: Negativo en un 48%

Faltan escrutar los observados que es cerca de un 2%
Fuente: Datos oficiales de la Corte Electoral a las 11:50 hs.

Así que como en el fulbo vamos al repechaje.

PD: los uruguayos en vg son tímidos. Sólo un par que dieron su opinion contraria al plan ceibal.
 
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