Se trata de una rusa de 25 años que permite a las empresas poner publicidad en su cuerpo durante un año. Por el momento logró obtener u$s1.600. La supuesta historia de Natasha.
Una de las desventajas de Internet es que no se puede saber con certeza cuándo la gente es sincera y cuándo no.
Esa frase perfectamente encaja con la historia de Natasha, una chica rusa de 25 años dueña de la página I Sell Body (Vendo cuerpo).
En ella indica que es una “rubia de una familia común que una vez entendió que si no hace algo con su vida, todas las cosas buenas, sus deseos y esperanzas, pasarán por alto”.
Natasha explica que vive en San Petersburgo y que tiene ganas de ayudar a su familia y estudiar en la Universidad. Y como su presente económico aparentemente no es bueno tuvo la siguiente idea: vender partes de su “inocente cuerpo, u$s1 por cada milímetro”.
Por el momento, la muchacha consiguió recaudar alrededor de u$s1.600. Seis empresas, algunas de ellas de entretenimiento para adultos, eligieron la opción de escribir directamente en su cuerpo.
Otras la de aparecer sólo en el sitio, la opción más económica.
Natasha no permite sin embargo colocar dibujos en sus partes más íntimas, excepto en sus senos, donde los pezones están cubiertos.
Al momento de tentar a las empresas para que inviertan en ella, dice: “Tendrán su imagen en mi cuerpo, una imagen en el website con links que potencialmente podrán ser visto por millones de personas. Es una atrapante y única manera de publicidad”.
Natasha explica que las imágenes dibujadas en su cuerpo quedarán en él por un año. Sin embargo, no explica de qué manera logrará hacerlo ya que no se trata de tatuajes.
Además de la publicidad en el cuerpo, Natasha promete a los auspiciantes “diferentes bonus: shows en vivo conmigo, vacaciones. Daré un show en Messenger de 5 minutos”.
La “compra mínima” es de u$s100 en el caso de los dibujos reales en su cuerpo y de u$s10 en el caso de preferir estar sólo en la silueta dibujada en la web.
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Una de las desventajas de Internet es que no se puede saber con certeza cuándo la gente es sincera y cuándo no.
Esa frase perfectamente encaja con la historia de Natasha, una chica rusa de 25 años dueña de la página I Sell Body (Vendo cuerpo).
En ella indica que es una “rubia de una familia común que una vez entendió que si no hace algo con su vida, todas las cosas buenas, sus deseos y esperanzas, pasarán por alto”.
Natasha explica que vive en San Petersburgo y que tiene ganas de ayudar a su familia y estudiar en la Universidad. Y como su presente económico aparentemente no es bueno tuvo la siguiente idea: vender partes de su “inocente cuerpo, u$s1 por cada milímetro”.
Por el momento, la muchacha consiguió recaudar alrededor de u$s1.600. Seis empresas, algunas de ellas de entretenimiento para adultos, eligieron la opción de escribir directamente en su cuerpo.
Otras la de aparecer sólo en el sitio, la opción más económica.
Natasha no permite sin embargo colocar dibujos en sus partes más íntimas, excepto en sus senos, donde los pezones están cubiertos.
Al momento de tentar a las empresas para que inviertan en ella, dice: “Tendrán su imagen en mi cuerpo, una imagen en el website con links que potencialmente podrán ser visto por millones de personas. Es una atrapante y única manera de publicidad”.
Natasha explica que las imágenes dibujadas en su cuerpo quedarán en él por un año. Sin embargo, no explica de qué manera logrará hacerlo ya que no se trata de tatuajes.
Además de la publicidad en el cuerpo, Natasha promete a los auspiciantes “diferentes bonus: shows en vivo conmigo, vacaciones. Daré un show en Messenger de 5 minutos”.
La “compra mínima” es de u$s100 en el caso de los dibujos reales en su cuerpo y de u$s10 en el caso de preferir estar sólo en la silueta dibujada en la web.
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